Las burbujas estallaban por todo el patio, él corría tratando de alcanzarlas. Con su hermano revolvían la artesa, mientras el sol les daba en la cara.
Camino a casa se preguntaba por qué las cosas habían cambiado tanto.
Abrió, una vez más, la puerta del departamento 49, block V de la calle Esperanza.
Avanzó despacio al dormitorio que compartía con su esposa, y constató como su hermano la deshonraba una vez más.
La sala de su casa se llenó de sangre. Las burbujas eran, ahora, balas que estallaban por el cuarto.
El detective tenía razón.
Finalmente él reventó en llanto.
Paseante
1 comentario:
Mmm,
mi post no quedó, se perdió online.
Había escrito mcuhas cosas interesantes, pero qué más da (!!)
Documenta tu vida.
Cuando viejo amarás haberlo hecho.
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