miércoles, agosto 08, 2007

Bitácora de matemática cotidiana.

Martes 7 de agosto de 2007

Hoy he despertado a las 9:20, según mi reloj, pero yo sé que en realidad son las 9:10, pues lo tengo adelantado en 10 minutos, para evitar llegar tarde a clases o al trabajo. Me quedé 5 minutos en la cama y luego me levanté. Sabiendo que entraba a las 11:30 hice todo lo que hago por las mañanas, con mucha calma. Me duché por 5 minutos, luego me tomé un té y me comí dos panes, mientras veía televisión. Como siempre antes de salir me puse los audífonos para escuchar música y encendí el pendrive, estaba sonando la canción tres del primer disco de Circus. Eran las once. Bajé rápidamente los cinco pisos, saludé al portero y tomé el colectivo 005, que tiene el paradero en la esquina de mi casa y pagué los 350 pesos. En menos de cinco minutos estábamos en la estación Cumming de la línea 5. Abordé el tercer vagón del metro mientras y como había poca gente me senté, para aprovechar de leer el tercer texto de los cuatro que debía leer para la clase de Gramática Española, de la mención de castellano. Llegué a la universidad cuando estaba sonando el track 08 -The 1st chapter- del disco de Circus Maximus. Eran las 11:36 según mi reloj, llegué a la sala T3 223 y bajé los dos power point de la clase, pues la profesora había pedido ese favor la clase anterior. Terminé de leer el texto cuatro, cuando llegó la ayudante del ramo y comenzó la clase, pues la profesora estaba en una reunión en letras. Salí de la clase a la 1:00. No alcancé a almorzar, además no me dio hambre, estuve conversando con tres compañeros durante ese rato, y a la 1:30 entré a la clase de didáctica de la matemática, tres módulos seguidos, donde vimos muchos números, y mucha matemática. A las 6:00 salí de clases y tomé el metro rumbo a mi casa, me bajé en Ricardo Cumming mientras escuchaba “The number of the beast”, y caminé hasta mi casa nunca he contado las cuadras, pero sé que son muchas, lo hago para no perder la costumbre, y para pensar en la inmortalidad del cangrejo. No sé a que hora llegué a mi casa, esta vez, y como es lógico me toco subir los cinco pisos. Tomé once, y vi los simpsons. A las ocho me instalé en el computador, envié un mail a la generación 2005 y comencé a hacer esta bitácora. Son las exactamente las 0:17, y todavía no termino, soy un poco lento, por que reviso muchas veces lo que escribo y ya son las 0:18. Cuando termine voy a enviar el trabajo a la profesora y voy a subir este trabajo a mi blog. Pues hace tiempo que no subo nada y esto me pareció interesante.

RODRIGO H. VIDAL