¿ESTAR O NO?

Mi fuerte no es la palabra hablada, no me cuesta hablar en público, muchos dirían que hablo demasiado, me refiero a tener buenos temas de conversación, o tolerar el hueveo. Digamos que cuando conozco gente la impresión que se llevan de mi es la de una persona “calladita” o tímida, y eso me choca, por que cuando se dan cuenta que su impresión estuvo errada hacen comentarios estúpidos, como “oh no me lo esperaba de ti” y eso no me gusta, pero me cuesta ser yo mismo en todas las situaciones, lo que me lleva a la existencial pregunta: ¿Quién soy yo? o ¿Cómo soy?
Soy a veces irritante, lo sé, insoportable, lo sé, detestable, también lo sé. El punto es si debo cambiar en algo mi conducta, últimamente me he estado cuestionando esto. Si mis relaciones con los demás no son como las quiero, el problema puede estar dentro de mi. Pero cambiar no es tan fácil, es un proceso que lleva tiempo, que demanda compromiso, pero que en mi caso también requiere moderación, a lo mejor para algunas cosas soy demasiado apasionado, eso me hace defender lo que pienso con mucha fuerza y creo que en este proceso suelo ser mal interpretado. Cuando discuto no estoy enojado, es algo que disfruto, que me enriquece, y si mis amigos y compañeros no lo entienden así tal vez deba cambiar de amigos y compañeros. Ese sería un cambio viable, chao universidad, y gente del lugar, o ¿será sólo dentro de la facultad que me sucede esto?......, quizás es el hecho de estar en un lugar que no es el mío. La conclusión que puedo sacar de este texto un tanto incoherente, es que mi vida necesita un cambio, mi tarea es descubrir cual es el cambio a realizar. La cuestión no es “ser o no ser”, es dónde ser.